Vi con entusiasmo que tanto la Asociación de Profesionales de Golf (PGA de Argentina) como la Asociación Argentina de Golf (AAG) han cursado cartas al Ministro de Turismo y Deportes de la Nación Argentina, Matías Lammens, solicitando la pronta apertura de drivings y clubes de golf.

Nuestro deporte, al no ser de contacto y al realizarse al aire libre, no presenta mayores riesgos en este tema del contagio del Covid-19. Antes bien, es beneficioso precisamente por dar la posibilidad de respirar aire puro en espacios abiertos, permitir el ejercicio y recreación para una mayor salud física y mental, además de colaborar desde el punto de vista económico con las finanzas de los clubes, empleados, profesores y todos aquellos relacionados directa o indirectamente con el golf.

Ojalá prosperen esos pedidos, aunque personalmente soy escéptico a que así sea, básicamente por dos motivos. Por un lado, está la dificultad que entraña la gestión de los permisos de tránsito a quienes deban movilizarse para hacer el deporte. Y otro factor, creo, es el político: si se justifica la práctica de este deporte, también podría argumentarse a favor de autorizar otros de similares características.

Esos dos factores son básicamente los que alimentan mi escepticismo.

Pero, de todas maneras, sea en mayo o en noviembre, algún día volveremos a jugar al golf. Y entonces cabe preguntarnos cómo debemos prepararnos para hacerlo de la mejor y más alegre forma posible.

Yo diría que ante todo, y al no haber jugado durante varias semanas, deberíamos no tener expectativas de hacerlo con el mismo nivel de juego al que estábamos acostumbrados. Esta actitud nos traerá una aceptación y paz mental que nos permitirá jugar más tranquilos y disfrutar más.

Por otra parte está lo relacionado con nuestro físico y nuestra técnica.

Sugiero aprovechemos a dedicar todos los días unos minutos las siguientes actividades:

- Tomar un palo de golf en las manos y hacer swings lentamente, tratando de corregir en baja velocidad los aspectos que cada uno sabe que debe focalizar: 

• una mejor transferencia del peso
• dejar la cabeza más en un eje
• mantener mejor el balance en el finish

- Estirar con lentitud los músculos nos ayudará a tener mayor conciencia de lo que hace el palo y nuestro cuerpo durante el swing, y nos permitirá sentirnos más flexibles a la hora de reiniciar el juego.

- Practicar el putt. Si es con pelota y una alfombra, mucho mejor. Pero si no contamos con esos elementos, con el solo hecho de tener el putter en la mano y practicar, por ejemplo, un swing simétrico en el backswing y en el follow thru ya será dar un paso adelante.

Con 10 o 15 minutos de todos esos ejercicios dentro de un departamento, y ni hablar si se cuenta con un jardín o con el privilegio de poder pegar tiros en una improvisada jaula, sin dudas lo pasaremos mucho mejor el día que -esperemos no muy lejano- nos paremos nuevamente en el tee del hoyo 1.

*Pablo Sola fue distinguido por Golf Digest como uno de los 50 profesores más destacados del mundo fuera de Estados Unidos, entre 2011 y 2014. Además, fue el creador de la Escuela de la Asociación Argentina de Golf en 1995 y Director de la misma hasta 2002. 

*Wegolf se despega de los comentarios del autor.